Unai Emery se apresuró a restar importancia a las posibilidades del Aston Villa de clasificarse para la Liga de Campeones, pero su forma en casa significa que no pueden ser ignorados en la carrera por terminar entre los cuatro primeros. Fue su decimotercera victoria consecutiva en la Premier League en Villa Park, su mejor racha desde que fueron campeones de Europa en 1983.

Consiguieron la victoria aquí gracias al gol en propia meta de Antonee Robinson y a los goles de John McGinn y Ollie Watkins para darles a sus seguidores una sensación familiar mientras se dirigían a casa por Witton Lane. Raúl Jiménez descontó para los visitantes.

Los resultados en otros lugares significan que permanecen en el quinto lugar de la tabla, pero esta forma en casa, si continúa, les da todas las posibilidades de seguir el ritmo de los equipos que aspiran a jugar en la élite europea. Necesitan mejores resultados fuera de casa, pero el equipo de Emery está a la altura de su condición de caballo oscuro de esta temporada.

El éxito de Emery esta temporada se produjo a pesar de jugar sin extremos. Su jugador más auténtico, Moussa Diaby, participó en el primer gol pero juega en el medio. Depende de sus centrocampistas elegir cuándo salir, como hizo Youri Tielemans en el primer gol.

El internacional belga recogió un pase de Douglas Luiz por la banda izquierda y su centro fue lo suficientemente rápido como para causar pánico en la zaga del Fulham. Diaby pasó por encima del balón y Robinson no pudo apartarse, desviando el balón hacia su propia portería.

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