El semáforo espera que el uso de la IA dé como resultado una administración más eficiente y un impulso significativo para la economía. La cuestión de hasta qué punto las primeras normas jurídicas deberían limitar el desarrollo de la IA sigue siendo controvertida.
En la cima de lo digital Gobierno federal Las diferentes posiciones sobre la regulación de la inteligencia artificial (IA) han chocado fuertemente.
Mientras que el ministro federal Robert Habeck (Verdes) y Volker Wissing (PDF) se opuso firmemente a cualquier restricción a la tecnología central, los representantes de la sociedad civil exigieron un marco legal estricto no sólo para algunas aplicaciones específicas de la IA, sino también para la tecnología central.
Matthias Spielkamp, cofundador y director ejecutivo de la organización no gubernamental AlgorithmWatch, analizó un estudio reciente sobre las respuestas de los robots de software de inteligencia artificial a las últimas Elecciones estatales en Hesse y Baviera.
Mientras tanto, Habeck defendió la posición del gobierno federal de distinguir entre la tecnología central y la aplicación específica de la IA. “Todo es vulnerable al abuso. Podemos usar la electricidad para matar gente y construir sillas eléctricas y podemos usar la electricidad para alimentar dispositivos de salud o hacer que el acceso a la medicina y la educación sea más fácil y mejor”.
Habeck advierte contra una regulación excesiva
Antes de poder exigir que una tecnología se ajuste a los valores sociales, primero hay que tener esa tecnología, dijo Habeck. “Tenemos que tener cuidado de que la regulación no nos limite hasta el punto de que, en última instancia, lo único que nos quede sea Elon Musk”. El multimillonario tecnológico estadounidense fundó su empresa de inteligencia artificial xAI en julio y recientemente presentó su primer programa de inteligencia artificial, “Grok”.
Carla Hustedt, directora de sociedad digital de Stiftung Mercato, advirtió contra una regulación demasiado laxa: “No deberíamos seguir el camino chino o estadounidense sólo porque tenemos miedo de quedarnos atrás”.
En la Unión Europea, actualmente se están llevando a cabo negociaciones cruciales sobre la nueva ley de IA entre el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea. Debería haber un acuerdo antes de fin de año. Alemania acordó recientemente con Francia e Italia una posición conjunta que aboga por la regulación de las aplicaciones de IA. Cuando se trata de tecnologías centrales, los tres estados más grandes de la UE quieren limitarse a la autorregulación del sector.
(dpa)