Con 179 votos a favor y 171 en contra, el Parlamento español otorgó la confianza al líder socialista Pedro Sánchez que, por tercera vez en su vida política, es presidente del Gobierno. Una votación que da una intensa amnistía al Psoe y a los independentistas catalanes, que piensan que el dividendo recae fuertemente en el Paese.
Hanno votó a favor de Otto para la política: el Psoe, la coalición del siniestro Sumar, los partidos independientes catalanes Erc y Junts, los baschi Bildu y PNV, el partido gallego Bng y el de CC Canarias. A diferencia de los populares, yo vengo del fin de Vox y del partido de Navarro.
Al indulto del fiduciario también contribuyó el líder socialista Pedro Sánchez, de la OTAN en Madrid el 29 de febrero de 1972, que ganó su tercer mandato como presidente del Gobierno español. Su aventura en la guía gubernamental comenzó en julio de 2018, cuando sustituyó al popular Mariano Rajoy, destituido del Congreso por un organismo fiduciario.
En su primer mandato, Sánchez encabezó un gobierno monocolor del Psoe hasta abril de 2019, cuando hubo cargos electos que se anticiparon. Tras este tornado, Sánchez sigue siendo el primer ministro encargado de la actualidad hasta el ensayo electoral de noviembre de 2019, debido a la expansión descontrolada de los partidos incapaces de formar un nuevo grande.
En enero de 2020, Sánchez inició su segundo mandato político, bajo el liderazgo de una coalición de gobierno formada por el Partido Socialista y Unidades Podemos. Después de que se convocaran elecciones para él con antelación al mes de julio de 2023, tras una larga reunión de las elecciones administrativas de la máxima instancia, serán nuevas de cara al voto de otro que encomendará su tercer mandato a la Moncloa.
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