La comisión de la OMS está formada por 11 expertos y responsables políticos, entre ellos Ayuko Kato, ministra responsable de las medidas contra la soledad y el aislamiento en Japón, y Hina Jillani, abogada y defensora de los derechos humanos paquistaní.
Intentará dar forma a la política global analizando áreas de aislamiento social de alto riesgo, al tiempo que alentará a los gobiernos a fomentar nuevas soluciones de salud mental para las personas solitarias.
Su creación se produce tras la pandemia de Covid-19, durante la cual las interacciones sociales se detuvieron debido a restricciones generalizadas. En el Reino Unido, casi una cuarta parte de los adultos ha experimentado soledad durante el encierro, según la Mental Health Foundation.
“Las altas tasas de aislamiento social y soledad en todo el mundo tienen graves consecuencias para la salud y el bienestar”, afirmó el Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Los estudios muestran que, entre las personas mayores, la soledad se asocia con un 50 por ciento más de riesgo de desarrollar demencia y un 30 por ciento más de riesgo de sufrir una enfermedad coronaria o un accidente cerebrovascular.
Según el Dr. Murthy, la falta de conexiones sociales también puede tener un impacto importante en la salud mental, poniendo a las personas en mayor riesgo de depresión y suicidio.
“Los jóvenes no están seguros”
El Dr. Ghebreyesus añadió que los gobiernos deberían tomar en serio las consecuencias sociales de la soledad y el aislamiento, tal como lo hacen el tabaquismo, la obesidad y la adicción.
“Esta Comisión de la OMS ayudará a hacer de la conexión social una prioridad de salud global y compartirá las intervenciones más prometedoras”, dijo.
Chido Mpemba, copresidente y enviado de la Unión Africana para la juventud, destacó que el aislamiento social debe tratarse como una cuestión internacional y no limitada a los países desarrollados.
Aunque la soledad suele afectar a las personas mayores, Mpemba también advirtió que “los jóvenes no son inmunes”.
Según las cifras, entre el 5 y el 15 por ciento de los adolescentes se sienten solos. Esto puede conducir a un peor rendimiento académico, mientras que los niños que se sienten solos en la escuela tienen más probabilidades de abandonar la universidad.
“El aislamiento social puede afectar a cualquier persona, a cualquier edad y en cualquier lugar”, afirmó Mpemba.
“En África y más allá, necesitamos redefinir la narrativa en torno a la soledad. Las inversiones en conexiones sociales son esenciales para crear economías productivas, resilientes y estables que promuevan el bienestar de las generaciones actuales y futuras.
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